El año pasado ya quería trasplantarlo porque el Aloe vera que tiene al lado se le estaba echando encima. Lo fui dejando pasar porque, la verdad, resulta poco apetecible ponerse a esta faena cuando se trata de una planta tan grande y tan pinchuda.
Esta mañana por fin me he decidido y me he puesto a la labor. El proceso ha sido fácil pues estaba plantado en un substrato muy arenoso. He amarrado los tallos con un cordón para que que no se desfaraten y he introducido una pala a la máxima profundidad que he podido. Ha salido bastante bien como puede verse en esta foto.
He colocado una moneda de un euro en el centro para que se aprecie el tamaño. La planta debe tener más de cuarenta años aunque no estoy seguro de cuantos exactamente. En la ubicación en la que estaba ha pasado unos 12 años pero antes estuvo en maceta en casa de mis padres desde mi niñez. Es un ejemplar perfectamente adaptado a nuestras condiciones climáticas que soporta la lluvia, la nieve y el frío del invierno mediterráneo-continental.
Ahora lo dejaré unos días esperando que cicatricen las heridas que se hayan producido en las raíces y le iré buscando un lugar apropiado donde espero que pase unos cuantos años más.
3 comentarios:
Es una preciosidad. Qué ganas tengo de verlos en flor! Saludos!
Gracias, Tere.
Para las flores todavía queda, no se le ve ningún capullo por ahora. Van los cactus muy retrasados este año.
Sigo aprendiendo. Gracias
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